¡Oops! Sorry, dice un hombre de negro.

Seis años ha tardado el FMI en aceptar que fue un  error su plan de austeridad para los países en crisis, porque perjudicó al crecimiento y al empleo.
O sea que lo que la mayoría de economistas de prestigio del mundo vieron de inmediato les costó a los expertos del fondo monetario seis años de mantener la mano en la llaga para convencerse. Entre tanto la gente de países como Grecia, España y Portugal se ha ido suicidando al no tener fuerzas para seguir adelante con sus situaciones personales. Ahora que tanta gente lo ha perdido todo, recomiendan aflojar un poco en España y Portugal. Algo tarde para muchos.
En realidad es todo un detalle que acepten el hecho de haberse equivocado aunque no hayan añadido el “y no volverá a suceder”, como hizo el Rey.
Resulta que los sabios del FMI después de mucho estudiar la situación llegaron a la conclusión de que cada unidad que un país  recorte tendría un coste  0,5 en la economía. ¿Y que fue mal entonces? Que el costo por unidad fue de 1,5. Tres veces más que lo calculado.
Si no fuera porque hay gente que muere sería cómico, el ridículo al que hemos llegado.
Nos hablan de cifras con una precisión milimétrica, como una decima del PIB que no conseguimos y dijimos que conseguiríamos y claro eso mina la credibilidad. Y por otro lado  el FMI puede pasar de 0,5 a 1,5 sin perder la cara. Las obras públicas pueden costar tres veces más de lo estimado y no pasa nada. Bankia puede pasar de arreglarse con 5 mil millones a costar ni se sabe ya cuanto porque todos hemos perdido la cuenta y no pasa nada. Bueno si pasa Rato se va para asesorar a Telefónica.
Estos mismos son los que hacen pronósticos a varios años con cifras con decimales. El absurdo más absoluto.
Ya vale con el cuento de que no podemos gastar lo que no tenemos. Todos siempre lo hemos gastado, países, personas, todos. ¿Y como? Fácil, solo es cuestión de no excederse y tener sentido común, el que pide y el que presta.
 Si estuviera tan claro porque no prohíben por decreto ley, como les gusta, las tarjetas de crédito o los créditos al consumo. Donde estaría la economía mundial si no se hubieran podido financiar los coches, las casas, o los televisores. ¿Dónde estarían estos fabricantes que a su vez crean el empleo? Hace ya muchos años que vivimos el futuro en el presente y si queremos cambiarlo de golpe y esperar a tener el dinerito, como hacían nuestros abuelos, para comprar algo, ya pueden las fábricas ir cerrando por unos años. Que tenemos stock para rato.
Estaba en todos los libros. En recesión no se recorta o se profundiza la recesión. Entonces son tan brutos o una vez más nos han engañado para quitárnoslo todo.
Y yo que creo que es lo segundo.