martes, 29 de mayo de 2012

Me estaba yendo a América


Me estaba yendo a América mentalmente y me pareció oportuno señalar la propuesta de enmienda número 28 de la Constitución Norteamericana:
 El Congreso no hará ninguna ley que se aplique a cualquier ciudadano de los Estados Unidos  que no se aplique por igual a todos los senadores de EE.UU. y representantes. El Congreso no hará ninguna ley que se aplique a cualquier senador de los EE.UU. y representantes que no se aplique por igual a todos los ciudadanos de la Estados Unidos.
Fin de los privilegios. ¿Y a quien le puede parecer mal una modificación así? ¿A los congresistas, quizás? Yo creo que sí, teniendo en cuenta que la enmienda anterior (27) que les afectaba directamente se aprobó en 1992.
“Cualquier cambio en los salarios del Congreso sólo podrá entrar en vigor después del comienzo del próximo mandato de los representantes”.
Por fin se consiguió aprobar la enmienda presentada en 1789, sí  como lo oís se presentó cuando los franceses tomaban la Bastilla y se revolucionaban.
Considerando que la constitución se creó  en 1788, parece que no tardaron mucho en darse cuenta por donde vendrían las injusticias. Pero es que las cosas de palacio van despacio.
Todo este tema viene a cuento de que algunos americanos piensan que es injusto que un soldado que sirve durante 20 años y que ha vivido la guerra – esto a los americanos no le falta- se jubile con un 50% de la pensión y que por otro lado un congresista que ha estado viendo la guerra por la tele y haya servido 4 años tiene derecho al 100% de pensión. Pero claro, esto es en EEUU, que son la bomba, nunca mejor dicho.
Menos mal que vivimos en España donde nuestros diputados necesitan 11 años para obtener la pensión máxima, cuando al resto de los ciudadanos nos hacen falta 37 años. Si es que al final va a ser que en todos los sitios se cuecen habas.
Me pregunto si ahora que los soldados se van a tener que pagar la mitad de la comida, los diputados se habrán rebajado un 50% también la (no os perdáis el nombre) indemnización por ejercicio del cargo, que para los madrileños es de € 870 al mes y para los provincianos de € 1.824. Yo (reconozco mi ignorancia) pensé que la indemnización por ejercicio del cargo era mas o menos que el sueldo te lo pagaban  por ser diputado y que por el hecho de trabajar, además te indemnizaban. Pues no, son las dietas libres de impuestos que les pagamos y que en el caso de los madrileños será solo para la comida. Digo yo.

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