El sistema de castas español tuvo su origen en el temor de los grupos más privilegiados, por la progresiva ganancia de derechos y poder político o económico de parte de un número cada vez mayor de población mestiza. El sistema de castas en España se ha simplificado mucho desde el siglo XVI, pero mantiene su espiritu intacto.
Ser politico es una profesión vitalicia de una casta bien pagada que nos quiere hacer ver que es vocacional y que es el resultado de una imperiosa necesidad de hacer algo por los ciudadano-flautas.
Hace cincueata años los padres de clase media trabajadora animaban a sus hijos a entrar a trabajar en un banco, aunque fuera de botones, porque el tiempo jugaba a su favor y era un trabajo seguro. Para los sacrificados y con animo de tomarse más molestias estaba la opción de hacer una oposición a funcionario que aunque lo pagaban mal, era para toda la vida. Pero claro, entonces solo existian los partidos politicos en el exilio y por eso nuestros padres no nos aconsejaban bien, de haber sido legales seguro que nos habrían animado a entrar en un partido desde jovencitos, porque está claro que eso si que es para toda la vida, ya se encarga el corporativismo de protegerte. Y no hablo del corporativismo del partido sino del de la casta. Entre partidos parecería que se tienen declarada la guerra paro la realidad es que prefieren no tirarse muchos tiros que luego toca alternaran los puestos y eso no beneficiaría a la casta.
Es obvio que en España la casta política viven una realidad muy distinta a la realidad del ciudadano-flauta (perroflautas, yayoflautas y otras flautas). Con el paro ya por encima del 25%, con una caída en septiembre de las ventas del comercio de un 11% tras la subida del IVA, con un desmantelamiento general del estado de bienestar , con unos impuestos en ascenso, con unos salarios en descenso, con una fuerte caída del empleo fijo , la ministra de empleo en su realidad imaginaria "está viendo ya, señales esperanzadoras" gracias a las decisiones "responsables" del Gobierno y a la reforma laboral que "está ayudando a muchas empresas a superar la crisis". Como esta mujer no tiene necesidad de leer la prensa diaria para vivir en su realidad imaginaria y no se ha enterado de que en 2011 cerraron 400.000 negocios, nos asegura que tenemos futuro y vamos a salir fortalecidos de la crisis. ¿Quien va a salir fortalecido? Me pregunto, yo.
Tambien, haciendo un esfuerzo, se aleja de su casta para acercarse a nosotros, los flautas, reconociendo que los funcionarios también son personas, sin casta, pero personas.
Esto lo dice el gobierno pero la oposición no se queda atrás en el desconocimiento o falta de interés por lo que pasa en la calle, y de lo que desea el ciudadano-flauta.
Rubalcaba asegura que la Ejecutiva del PSOE le revalida hasta 2016. Si, porque eso es lo que cuenta, la ejecutiva, osea ellos mismos, la casta política. Ellos viven la realidad de su casta. Nosotros la de la nuestra. Y los banqueros la suya.
Rubalcaba ya fue ministro en 1992, Chaves en 1986, Griñán en 1992, Rajoy en 1996, Arenas en 1996. Este último es un buen ejemplo de la incombustiblidad de los profesionales de la política, ha sido candidato a la presidencia andaluza en 1990, 1994, 1996, 2008 y 2012 y como reconocimiento a que a la quinta haya conseguido más votos que su adversario y se quede sin gobernar, su amigo de casta le ha premiado con una vicepresidencia segunda y el Ministerio de la Presidencia. Pero de no haber sido por la crisis él seguiría, tan feliz, de candidato.
Tu me apoyas en el partido, yo te pongo en la lista y cuando yo llegue ya te daré algún cargo. Por eso no quieren listas abiertas, simplemente no quieren que el ciudadano-flauta les descontrole y desordene la lista de si-señores. Como en el siglo XVI, el temor de los grupos más privilegiados a ganancia de derechos y poder por parte de la población. Ya se ha puesto de manifiesto que hemos avanzado de más y hay que volver a los orígenes perdiendo derechos y libertades. Hay que poner al ciudadano-flauta en su sitio, dificultándole el acceso al conocimiento y hacerle más dependiente.
Es evidente que desde hace años vivimos en una plutocracia y no solo en España, sino a nivel global, pero los políticos se empeñan en intentar ilusionarnos y en hacernos creer que votando a unos u otros conseguiremos ese cambio que queremos y necesitamos, pero la dura realidad es reveladora y nos señala que este juego democrático solo esconde el mantenimiento de la intocable casta política que vive en simbiosis con la casta de los poderosos.
En España hay 730 causas penales abiertas contra miembros de partidos políticos por casos de corrupción, entre procedimientos y diligencias de investigación y hay 127 imputados que siguen ejerciendo las labores de su casta y no pasa nada los unos no se ponen muy duros con los otros y así los otros no lo hacen con los unos. Vamos, una vergüenza y aunque sin duda no son todos unos corruptos esta claro que la casta política trabajan para sí misma. Para nosotros y para garantizar nuestro derecho desde luego, no.
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