¡Que sueño tuve anoche! Bueno en realidad fue una terrible
pesadilla. Vi a este pobre chico, Ibérico, un muchacho un tanto informal,
inconsciente y dicharachero pero que en el fondo era buena gente y que se aficionó
al consumo de strudel de bmw y kartoffel-benz y se fue enganchando
a la eurocaina de la que necesitaba sus dosis regulares para ir tirando. El caso
es que Ibérico se complicó la vida terriblemente porque su necesidad aumentaba
y tenia que acudir con regularidad a los camellos del mercado si podía pagarlo y si no a Germánico, (conocido como Bandido Clandestino de la Eurocaina), para así conseguir esa inyección tan necesaria
para él. Entonces apareció en mi sueño la figura de “la madrina” a la que todos llamaban doña Nein, la madrina era la jefa del tinglado y aparte de
fabricar los strudels y las kartoffels también decidía si a los insolventes
como el pobre Ibérico se les daban la dosis, pero claro la madrina amiga de Ibérico por cierto, no quería sentar precedentes no fueran a pensar que todos podían consumir eurocaina gratis como ella, así que primero enviaba a alguno de sus matones Germánico o Brusélico, incluso al mimísimo Fóndico, matón muy sanguinario que se especializó el Latinoamérica. El ingenuo de Ibérico pensó en un principio que podría conseguir su dosis sin pagar, por el tema de la amistad y por el hecho de que junto con los demás adictos financiaba lo que consumía doña Nein.
Entonces apareció en escena Brusélico con
unas tijeras de podar rosas y siguiendo instrucciones precisas de doña Nein le
amputaron un dedo al pobre Ibérico. El caso es que una vez amputado el dedo de turno, Germánico le daban una
pequeña dosis de eurocaina y un antibiótico para que fuera aguantando hasta la próxima
amputación. Vi en mi sueño que lo mismo le paso a un tal Itálico y al pobre de
Grécio a quien ya no le quedaban dedos. Tanto Ibérico como Itálico dejaron de consumir strudels y kartoffels pues
al faltarles ya varios dedos no podían casi
trabajar para poder pagarlos y todo lo
que tenían lo gastaban en eurocaina, era ya muy tarde para dejarla. Grécio
ya hacia tiempo que no consumía ninguno strudel y ni siquiera tenia acceso a Germánico para conseguir su dosis, no tenía nada que ofrecer y solo esperaba
el final.
En este punto del sueño se preguntaban Ibérico, Italíco, Irlandio, Portugalcio y
otros como podrían desengancharse y conservar algun dedo porque no
tenia mucho sentido continuar para al final morir sin ninguno.
Ahí me desperté así que no se si Ibérico terminó como el
pobre Grécio porque todos los personajes del sueño decían que eran muy
diferentes. Yo creo que termino mal, en el fondo a la madrina le venia
bien consumir gratis a costa de estos infelices y además le gustaban coleccionar dedos que exhibía ante sus fabricantes de strudels y kartoffels. Aunque de ser así, me quedo la duda y sobre todo la preocupación de como iba la madrina a seguir injectándose gratis una vez desaparecidos los insolventes y sin poder vender los strudels en el barrio que es en realidad de lo que vivía.
Chico que angustia, aunque ahora que lo pienso bien, no sé si estaba dormido cuando soñaba.
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